Los Aspectos. Cuarta Parte. La Interpretación.

     Para la correcta interpretación de un aspecto, no sólo es fundamental conocer la naturaleza de los planetas implicados, sino también es esencial tener en cuenta el signo donde se encuentra cada uno de los planetas que lo forman; eso es lo que se conoce como la materia del aspecto. Por ejemplo, un trígono entre Marte y Júpiter no podrá tener la misma influncia si ambos planetas se encuentran respectivamente en signos de tierra como Tauro y Capricornio que si están en los sentimentalese signos de agua de Cáncer y Piscis. En ambos casos, el contacto va a ser, sin duda armónico y positivo, pero los efectos no pueden ser iguales. En el primer caso su acción se dirigirá principalmente hacia el plano mundano o material, atraerá la suerte y los éxitos en asuntos profesionales o relacionados con el dinero, mientras que en el segundo su acción benéfica se concentrará mucho más en el área de los sentimientos y la vida íntima.

    Tampoco producirá el mismo efecto ni éste tendrá la misma intensidad, si uno de los dos planetas se encuentra en su propio domicilio o en su signo de exaltación que si se encuentra en detrimento o en caída. El anterior trígono Marte-Júpiter tendrá unos efectos mucho más potentes, dinámicos y en general mucho mejores si ambos planetas se encuentran  respectivamente en Aries y Sagitario, que son sus correspondientes domicilios, que si Marte está en Cáncer o Libra, donde se encuentra en detrimento y sus efectos están mucho más pervertidos y disminuidos; o si Júpiter está en Virgo o Géminis, donde nos topamos con la misma situación.

   Y por otro lado, para interpretar un aspecto, también es fundamental tener en cuenta las casas o los sectores donde se encuentran los planetas que lo forman, ya que eso nos informará del área especifica de la vida del nativo que va a resultar afectada en concreto, lo que se conoce como orientación del aspecto. Así, una oposición entre Marte en casa quinta y Júpiter en la casa once, afectará de manera específica al ámbito de las relaciones, tanto de amor como deamistad. Pero si esa misma oposición se produce entre la casa sexta y la casa duodécima se relqacionará mucho más con enfermedades, sacrificios, pruebas y dificultades. También un trígono entre Venus y Júpiter, entre las casas sexta y décima, traerá facilidades y éxitos en el ámbito profesional, pero si ese mismo trígono se produce entre las casas primera y quinta, esos beneficios se orientarán hacia la vida sentimental.

   Otro dato fundamental que debemos considerar es la llamada angularidad. Es decir, si alguno de los planetas que forman un asepcto se encuentra en un ángulo de la carta astral, entonces adquirirá una notoriedad mucho mayor y sus efectos serán mucho más contundentes y decisivos. Así, por ejemplo, una cuadratura entre los maléficos Marte y Saturno siempre atrae duras pruebas y dificultades para quien la tiene, pero si además Marte forma conjunción con el Ascendente y Saturno lo hace con el Medio Cielo entonces puede convertirse en un problema infinitamente mayor y mucho más peligroso para el nativo, y al mismo tiempo también ést e puede convertirse en una gran amenaza para las personas que lo rodean.

    Otro importante factor que debemos estudiar son los llamados aspectos colaterales, que son los que reciben por otros lados cualquiera de los dos planetas. Así, por ejemplo, cualquier astrólogo consideraría que una conjunción entre los benéficos Venus y Júpiter en el ascendente es un aspecto muy afortunado para quien la tenga, pero si dicha conjunción recibe al mismo tiempo una cuadratura de Marte, otra de Urano y una oposición de Saturno, entonces el pronóstico tendrá que variar sensiblemente y sus efectos benéficos quedarán mucho más atenuados o incluso seriamente comprometidos.

  Todo aspecto forma parte de un conjunto general mucho mayor que es la carta astral de nacimiento, y para una interpretación perfectamente correcta del mismo es preciso tener en cuenta la totalidad del tema. Por eso es importante tomar en cuenta el Armónico Dominante ya que refleja la energía que predomina en el momento de nacimiento. Así por ejemplo, un trígono entre el Sol y Júpiter, será más aprovechado por una persona que tenga el Armónico Dominante 9 -vinculado con la generación de endorfinas y el optimismo- que por un duro Armónico Dominante 8 -vinculado con el miedo y una actitud defensiva frente a la vida-. Así mismo también es bueno considerar los Planetas Dominantes en la carta natal, dicho aspecto lo aprovechará más una persona con un Júpiter Dominante que con un Saturno Dominante. También podemos verlo de otro modo, una persona con un aspecto maléfico como una cuadratura Marte-Saturno, si la persona tiene un Armónico Dominante positivo como el 9 no se producirá con tanta crudeza que si una persona tiene un Armónico más difícil como el 4 o el 8 y lo mismo se puede decir de los planetas dominantes, si por ejemplo tiene como Dominante a un benéfico como Venus o un maléfico como Marte, en el segundo caso el afecto puede agravarse. Sin embargo, conviene distinguir entre Armónico y Planeta Dominantese. El Armónico Dominante marca el clima general energético en el que nace el nativo y el Planeta Dominante la energía que impacta de forma personal con más furza en su Destino. Son energías que Dominan la carta, pero como vemos por razones diferentes.

   También la importancia o intensidad del aspecto serán mayores si los dos planetas que lo forman se encuentran en lo que se conoce como recepción mutua. Por ejemplo, un sextil entre Marte en Acuario y Urano en Aries tendrá una influencia más poderosa, puesto que cada uno de los dos se encuentra en el signo del otro; en cierto modo es como si nos hallásemos ante una conjunción. Todos estos matices y "sutilezas" son muy  importantes a la hora de intepretar en profundidad una carta natal.

    Cualquir aspecto, por insignificante que parezca, deja una huella mayor de lo que se cree dentro del conjunto de la carta astral, alterándola y modificándola, del mismo modo que en una pintura una sola pincelada repercute en todo el conjunto. Dejando aparte el signo o la casa donde se encuentre en el nacimiento, todo planeta rige de forma natural un signo, y también una casa, y cuando dicho planeta forma cualquier aspecto, su influencia también alcanza indirectamente a ese signo y a esa casa, por lo que éstos deben ser tenidos en cuenta. Por ejemplo, si Júpiter situado en Libra y en la casa sexta forma un trígono con Saturno, los efectos de dicho aspecto nos e manifestarán solamente en el signo y la casa donde se sitúa, sino que también afectarán indirectamente al signo de Sagitario y a la casa novena, con independencia de donde se encuentren éstos o de los planetas que tengan y aspectos que reciban.

   Los planetas cuya naturaleza es afín combinarán bien entres sí cuando formen una conjunción, especialmente aquellos cuya influencia se considera benéfica y favorable para la vida, como sucede con el Sol, la Luna, Venus o Júpiter. Incluso cuando éstos formen entre sí una cuadratura o una oposición, el pronóstico no va a ser tan severo como cuando estas disonancias se producen entre los planetas que llamamos maléficos, como es el caso de Marte o Saturno. Y como es natural, cuando formen un aspecto armónico, dicho contacto se considerará en extremo positivo. Así, se puede esperar mucho más de un trígono entre el Sol y Júpiter que de un trígono entre Marte y Saturno, aunque en ambos casos la influencia será armónica y los planetas implicados darán lo mejor de sí mismos.

   Justo lo contrario sucederá con los planetas de influencia más violenta o conflictiva, aquellos que la tradición califica como maléficos: Marte y Saturno principalmente, a los que h oy se habrían unido también Urano, Neptuno y Plutón. Todos ellos nos traen pruebas y dificultades de variada naturaleza, por ello cuando forman conjunción entre sí, el resultado es claramente negativo: dicha fusión supone una amenaza para la vida y la felicidad. El mismo efecto tendrán o incluso peor cuando entre ellos formen cuadraturas y oposiciones. Las disonancias entre maléficos se encuentran siempre en las cartas astrales de personas que deben enfrentarse a grandes pruebas y sufrimientos, y paralelamente, también en personas que causan grandes sufrimientos a los demás. Ambas tendencias coinciden, a menudo, en el mismo individuo; Adolf Hitler tenía a Marte y Saturno en cuadratura y Mussolini los tenía en conjunción. Sin embargo, cuando estos planetas forman trígono o sextil, entonces estas energías pueden dar lo mejor de sí mismas y proporcionar al nativo un enorme potencial, al mismo tiempo que pueden darle fuerteza para soportar y superar con éxito las pruebas más duras: el  líder sudafricano Nelson Mandela tiene a Marte y Saturno en sextil.


Esto es un "Aspectario". Una tabla donde aparecen los aspectos más importantes que realizan los planetas en una carta natal. También se le añaden los asepctos que recibe el Ascendente, el Medio Cielo y el Nodo Norte de la Luna. Debajo del aspectario se puede ver el símbolo de los aspectos.
 

Comentarios

  1. Muy interesante la información.
    Hoy por hoy, no logro descifrar todavía si es tan mala la conjunción que tengo con marte (casa6) y saturno (casa7) separadas por 13º en cancer.

    Porque por otro lado, tengo la luna en escorpio (casa9) conjunción total en orbe con urano (casa 9) y medio cielo (casa10) y nodo norte (casa9). Todo en escorpio.

    Y por otro lado, mercurio (casa3) conjunción en orbe con Jupiter (casa3)

    Sol en aries (casa3)
    y plutón en libra (casa8)

    No se si al tener tanto escorpio hace trigono o sextil con ese aspecto maléfico marte-saturno...

    Neputno lo tengo en sagitario (casa 11).

    Por lo que puedo deducir, tengo bastante escorpio influenciado por el filosófico sagitario.....

    Pero este aspecto marte-saturno en cancer, no lo tengo claro.

    A tener en cuenta que soy ascendente capricornio.

    Gracias, es genial esta web!

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  2. Ciertamente para poder opinar necesitaría ver la Carta Astral, por mucho que me explique con palabras las configuraciones que tiene la carta, a mi me cuesta mucho visualizarla. El dicho aquel que dice que “una imagen vale más que mil palabras” cobra mucho sentido para mí.

    Dicho esto. Tratándose de Marte y Saturno veo excesivamente generoso darle 13 grados de orbe a la conjunción. Aunque Saturno sea regente del Ascendente. En cualquier caso, una conjunción Marte-Saturno, es maléfica, debido a que la naturaleza de ambos planetas es maléfica. Sus naturalezas también son diferentes, mientras Marte es decidido e impulsivo, Saturno es contenido.

    Si se produce en Cáncer, tampoco ayuda mucho, ya que la naturaleza de dicho signo es incompatible con la de los planetas, por razones evidentes. Saturno se encuentra en destierro en Cáncer, en un signo de su detrimento, no puede dar lo mejor de sí en dicho signo y Marte tampoco por estar en caída.
    Ahora bien, dicho esto tendríamos que considerar otras cuestiones de la carta que podrían atenuar el carácter negativo de esta conjunción. Se tendría que considerar si en la carta hay otras ayudas y además ver los factores predominantes de la misma y con eso me refiero al Planeta o Planetas Dominantes y al Armónico Dominante. No obstante, se considere o no conjunción tenemos dos planetas maléficos que no se encuentran muy bien situados por signo y eso siempre crea dificultades en la vida.

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  3. Gracias por tú explicación. Soy consciente de que eso mismo es un problema en mi vida, aunque creo también, que tengo cosas fuertes en el resto de mi carta y lo maléfico de saturno-marte lo voy intentando menguar a medida que me hago madura y adquiero poder y seguridad personal.....
    Muy interesante todo. Gracias de nuevo!

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  4. Gracias a tí, por visitar mi Blog.

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