¿Cómo pueden ayudarnos las visualizaciones?

    Las visualizaciones podrían definirse como imágenes mentales que reflejan nuestros deseos y cuyo empleo, en la búsqueda de lo positivo, se fundamenta en el poder de la mente o del subconsciente para influir en nuestra actitud, comportamiento.... Ya sea en voz alta o bien en forma de "conversaciones interiores", todos hablamos con nosotros mismos y nos transmitimos constantemente mensajes que pueden ser de ánimo o de desánimo, es decir, positivos o negativos. Ante un reto, sea del tipo que sea, hay quien tiende a decirse a sí mismo "puedo hacerlo", y hay quien no cesa de repetirse "no puedo hacerlo".

    A pesar de que, a priori, estas "reflexiones interiores" puedan parecer poco importantes, todo aquello que nos vamos comunicando tiene una influencia tan clara en nuestro rendimiento que no es exagerado decir que "somos lo que pensamos".

   El poder de las visualizaciones se fundamenta en el principio de que, quien lleva dentro de sí imágenes de fracaso, vive una vida marcada por el fracaso, mientras que quien es capaz de "visualizar" una existencia plagada de éxitos, ve cómo esos logros se hacen realidad en su vida diaria. Esa misma relación, puede hacerse extensible a la salud y la enfermedad, la alegría y el sufrimiento y la buena o la mala suerte.

   Las visualizaciones están pensadas para ser expresadas con palabras pero sobre todo para ser imaginadas; se ha comrpobado que el ser humano retiene el 20% de lo que lee, el 30% de lo que oye, el 40% de lo que ve, el 50% de lo que dice, el 60% de lo que hace y el 90% de lo que ve, oye, dice y hace. Por esta razón, las visualizaciones nos ofrecen la oportunidad de retener ese 90% y de trabajar con él.

   Pasos a seguir en el proceso de visualización

   El aspecto fundamental para poder trabajar con las visualizaciones es llegar a desarrollar la capacidad de ver imágenes mentales o, lo que es lo mismo, de convertir las palabras en imágenes. No es, de ninguna manera, difícil.

   En realidad, muchas personas visualizan perfectamente todo tipo de situaciones negativas y los fracasos acumulados a lo largo de su vida, pero no son capaces de visualizar aquellas imágenes positivas que les permitirán cambiar los aspectos que  más les desagradan.

   En cualquier caso, como el ejercicio de visualización es (al igual que cualquier otro) cuestión de práctica, lo mejor es someternos a un proceso de aprendizaje en tres fases:
  • Primer paso. Consiste en observar una relación de palabras (montaña, flor, sol, manzana...) y leerlas en voz alta. Cada vez que leamos una, nos detendremos e intentaremos ver ese objeto en nuestra imaginación.
  • Segundo paso. Cuando ya se domine el primer paso, se intentará visualizar "escenarios", "ambientes". Es importantes que sean lugares que conozcamos bien.
  • Tercer paso. Llega ahora el momento de dar un poco de actividad a los "escenarios" que acabamos de visualizar y de intentar vernos a nosotros mismos haciendo algo concreto. Es importante que llevemos a cabo exclusivamente cosas agradables y que, por supuesto, evitemos cualquier actividad inquietante o estresante. Podemos vernos de pequeños jugando con nuestros amigos, "disfrutar" de una de nuestras películas favoritas, recorrer lugares concretos de la casa que nos resulten entrañables...

  

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