El Karma en los Aspectos y Elementos.

    Más adelante hablaré de los aspectos con más detalle, pero ahora voy a explicar brevemente algunas cuestiones importantes. Al interpretar kármicamente una carta natal, todos los aspectos de cuadratura (90º) y de oposición (180º) muestran la necesidad de ponernos de acuerdo con nuestra complejidad, con desarrollar de algún modo el conocimiento necesario para abarcar diferentes enfoques de la vida marcadamente diferentes. Se debe tener en cuenta que estos enfoques diferentes de la vida  surgen de que el individuo tuvo clases de experiencias marcadamente diferentes en vidas pasadas. Por ejemplo, si durante toda una vida tuvimos instrucción de guerrero, y luego, en otra vida, instrucción de ama de casa tradicional y de madre, tal vez ese ser nace en esta vida, por ejemplo, con un aspecto de cuadratura entre planetas en el signo de Aries y planetas en el signo de Cáncer, indicando la tensión interior que esa persona siente incluso ahora por orientaciones de vida y modos de expresión personal tan marcadamente diferentes.

     Las fuerzas indicadas en el aspecto de cuadratura están contradiciéndose e interfiriéndose en su expresión. Por tanto, estas fuerzas necesitan armonizarse dentro del individuo, proceso que habitualmente lleva años, a medida que la persona desarrolla poco a poco nuevas pautas de conducta y una mayor comprensión de la misma. Las fuerzas implícitas en el aspecto de oposición revelan tracciones opuestas, aunque complementarias, para que el individuo se exprese según su sentimiento más inmediato en relación con los demás. Por tanto, una necesidad de armonizar estas polaridades es indicada también en estos aspectos, pero la oposición recalca específicamente la necesidad de desarrollar un mayor conocimiento no sólo de uno mismo sino también de los deseos, expectativas y puntos de vista de los demás. La armonización antes mencionada sólo podrá ocurrir a través del desarrollo de un conocimiento superior de las fuerzas y anhelos implícitos. Carl Gustav Jung, en sus estudios de alquimia, cita a menudo el antiguo adagio alquímico: tertium non datur, que significa que el tercer factor -que puede resolver sólo el problema de los opuestos y los conflictos personales- no se da. Jung sigue explicando que un conflicto nunca se resuelve sólo en un nivel superior, basado en una perspectiva y un nivel de consciencia superiores. Por tanto, los aspectos de cuadratura y oposición muestran las áreas de máxima tensión dentro de nosotros pero también -y de eso debemos alegrarnos- los ámbitos de máximo crecimiento potencial.



   También debemos prestar gran atención al elemento, o los elementos que se encuentran implícitos en los planetas tensos.s Puesto que puede considerarse que los aspectos tensos indican ámbitos en los que debemos aprender a pulir nuestra naturaleza, a efectuar ajustes, y a construir nuevos enfoques, de esto se deduce que todo planeta y especialmente todo planeta personal -Sol, Luna, Mercurio, Venus y Marte- implícito en dichos aspectos debe ser considerado no sólo según su propia naturaleza y principio fundamental sino también según el elemento del signo en el que está situado. Los cuatro elementos revelan los niveles reales de energía y dimensiones de la vida que el individuo podrá experimentar inmediatamente, entonces el elemento de todo signo que contenga uno o más de estos planetas muy cargados, poderosamente tensados, es inevitablemente una dimensión de la vida en la que hay necesidad de ajuste y pulido. El elemento en el que hallamos a tales planetas muestra que clases de apegos y deseos son más fuertes para nosotros, cuál es la mayor finalidad deesta vida, y qué ambitos de la vida siquen causándonos problemas y necesitan, pues, ser transformados. Si una persona tiene una conjunción o stellium -agrupación de varios planetas- en un signo particular, y todas las partes de esa configuración entran en aspecto tenso con otro planeta o planetas de la carta, entonces el elemento de ese signo es invariablemente indicativo de la dimensión de la vida que esa persona ha de trabajar de algún modo, para expresar esa nergía más armoniosa y positivamente, o sencillamente para pulir la intensidad de lo burdo del apego en ese ámbito.
     Veamos algunos ejemplos:

    Si el planeta o la configuración tensos están en un signo de fuego, tal vez sea necesario que controlemos nuestra impulsividad y nuestra conducta egocéntrica, y que desarrollemos amor sensibilidad y paciencia. Un uso pulido y disciplinado de la abundante energía ígnea es mucho más eficaz y creador que los meros gestos frustrados de desafío y autoengrandecimiento. Tal vez la persona cómo vivir en el presente y desarrollar la humildad que surge de somterse a una voluntad superior o a un poder divino. Otras lecciones que puede aprender por tener tensiones en los signos de fuego son: como ser receptivo, cómo admitir nuestras debilidades y necesidades más profundas, y cómo pedir ayuda cuando estamos sufriendo. Las personas de fuego son a menudo demasiado orgullosas para admitir que ellas también tienen necesidades; y est a tendencia, junto con el apego excesivo a la acción burda como el único modo de tratar la vida, les impide que desarrollen un conocimiento inmediato de su vida interior.

   Si el planeta o planetas tensos se encuentran en signos de tierra, puede haber demasiado apego a los sentidos físicos, a los valores mundanos, a la comodidad física, a la reputación, los bienes y la "sabiduría" mundana. Indudablemente, esa persona tendrá que ocuparse de la cuestión de qué le proveerá real y permanente la profunda seguridad que anhela. El conocimiento de las necesidades inmediatas de supervivencia -dinero, comida, techo, etc.-  puede cobrar tal preponderancia sobre las actividades  más profundas e inspiradoras que la persona trate de compensar la falta de alegría y entusiasmo en la vida con el hecho de trabajar más arduamente aún en la interminable tarea de construir seguridad, una seguridad que- no es necesario decirlo- podrá destruirse en cualquier momento. Una persona con planetas tensos en signos de tierra puede enamorarse tanto de vivir y pensar de un modo "práctico" que jamás permita que tenga cabida alguna, en el estilo de vida personal, un pensamiento o una una actividad más trascendente o inspiradores.

  Si el planeta o la configuración tensos se encuentran en un signo de aire, el individuo tal vez necesite disciplinar los procesos de pensamiento, no sólo como piensa, sino también la manera en que los pensamientos se expresan a los demás. Por ahora, las fantasías, el escapismo intelectual, las proyecciones innecesarias en el futuro, los planes irrealistas y el hábito de la racionalización tal vez hayan servido a su propósito; y así esa pesona quizá enfrente la necesidad de reestructurar todo este ámbito de la vida y de aprender que el intelecto es un sirviente bueno si se lo disciplina convenitentemente, pero un amo muy pobre. Puede haber demasiado apego al conocimiento intelectual, a las ideas inteligentes, a las pruebas "científicas" y a los conceptos ordenados. Este individuo debe tomar en serio el hecho de que una pesona instruida que no actúa en base a un conocimiento y no lo vuelve real a través de la experiencia inmediata no es mejor que una mula con su lomo cargado de libros. El denominado conocimiento podrá convertirse en una mera carga, y el intelecto de esa persona podrá llegar a ser un monstruo devorador cuya codicia de cada vez más "conocimiento" no conoce límites.

    Si el planeta o los planetas tensos están en un signo de agua, hay una necesidad de que pulamos nuestras emociones y nuestra modalidad de expresión emocional. Una persona con semejante posición planetaria puede estar exprsando en esta vida sus emociones de manera demasiado burda o demasiado compulsiva. Tal vez se necesite algún genero de disciplina emocional -esto no equivale a decir represión- para proporcionar la presión interior necesaria a fin de efectuar una transmutación que pula esta energía. Las reacciones instintivas de esta persona pueden ser demasiado reprimidas o demasiado incontrolablemente dominantes; por eso debe aprender a encauzar constructivamente su poder emocional y protegerse de las influencias negativas externas sin cerrarse a toda el agua de la vida. Esa persona podrá también estar demasiado apegada a la satisfacción emocional, poniendo esto antes que todo lo demás.

   En conclusión. No olvidemos que el Karma es apego. En consecuencia, la carta natal, y especialmente los muy acentuados componentes del mapa natal, muestran nuestras armonizaciones -y por ende, nuestros apegos y por tanto, nuestro karma-. El hecho de ver el mapa y nuestra vida de este modo, -con la pespectiva esotérica de la astrología kármica- pone todo bajo una nueva luz. Empiezan a disolverse las distinciones arbitrarias, sentenciosas y falsas entre rasgos "positivos" y "negativos" de un mapa natal. Ya no hay mapas, aspectos o seres humanos "buenos" o "malos". Todos somos parte del vasto drama cósmico y -en este plano material- estamos todos enredados en nuestras marañas kármicas. Una vez que se percibe esto, la cuestión es: ¿qué hacemos para desapegarnos de estas involucraciones kármicas y de estas limitadoras pautas del ser? Lo que muchos maestros espirituales enseñan es que por mucho que queramos, deseemos o esperemos desapegarnos o "iluminarnos" no es mucho lo que podemos lograr. Sólo podremos desapegarnos de nuestras viejas pautas arraigadas a las que nos hemos acostumbrado, apegándonos a algo mejor. Por ejemplo, si un mendigo sólo tiene tres moneditas de un Euro y de pronto se le caen, se lanzará deprisa tras ellas para proteger lo poco que tiene. Sin embargo, si, en el momento en que ese mendigo dejó caer sus moneditas, vió que el viento llevaba por la calle un billete de 20 Euros, ignoraría de de inmediato sus moneditas y saldría en persecución del billete. Por tanto, podemos apreciar que no basta meramente que nuestra vieja personalidad, nuestros viejos modos de ser y nuestros prolongados conflictos nos harten. Puesto que las pautas habituales del pasado ejercen sobre nosotros una tracción fuerte y constante, y puesto que nos sentimos inseguros si nos apartamos demasiado lejos de esas pautas habituales, deberemos encontrar algo potentísimo a lo cual apegarnos siha de apartarnos de las tendencias kármicas. Lo único suficientemente potente e ilimitado para efectivizar este desapego es una fuerza espiritual de algun tipo. Para mi ha sido el camino de la Diosa o de los Dioses en la Wicca. Mi lector tendrá que escoger el poder superior que es apropiado para su estado de desarrollo. Pero, cualquiera que sea el sendero elegido, si la persona busca, encontrará.

La carta de la Fe del Tarot of The Dreams, también conocida como Sumo Sacerdote en otros tarots. Representa los caminos espirituales que nos pueden ayuar. En la carta se puede apreciar los  símbolos de algunos caminos espirituales.


 

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