Introducción a los Cuatro Asteroides del Cinturón de Virgo: Ceres, Palas, Juno y Vesta.

    Después de siglo y medio de ser descubiertos, los cuatros asteroides: Ceres, Palas, Juno y Vesta han sido introducidos en los temas natales y a ser estudiada su influencia astrológica. Este estudio de los mismos se inicio al tiempo que arrancaba la emancipación femenina, con la punta de lanza -Palas- de los movimientos feministas que surgieron a principios de los 70. Como personalmente estuve en contacto con el paganismo en general y con la religión Wicca en particular, tuve un acceso inmediato a su interpretación ya que en la religiones de la Tierra el Principio Femenino está muy presente.

     El descubrimiento de Quirón agilizó el trabajo sobre el Cinturón de Asteroides, que el interés despertado desde el primer momento, por este planeta, y los positivos resultados de su rastreo astrológico, comenzaron a poner en tela de juicio la cuestión de la masa planetaria como condicionante del grado de influencia de un cuerpo celeste  -curiosamente, de los planetas, son los dos más pequeños los que ejercen una función más "totalizadora": Mercurio, interrelacionando a todos los demás planetas, y Plutón, caracterizado por una energía "incontrolable" y condicionando todos los tránsitos de los cuerpos más rápidos que él-. Lo que, consecuentemente, revirtió en un incremento del interés por los Asteroides.

   Desde el comienzo de los trabajos astrológicos sobre Asteroides, fueron, éstos, generalmente asociados al signo de Virgo y así mismo, fué evidente su implicación en las relaciones personales, sociales, de cualquier tipo, es decir en la comunicación del ego con su entorno, como asi lo explicaba Dane Rudhyar, al considerar al Cinturón de Asteroides como barrera entre los planetas personales -Sol, Luna, Mercurio, Venus y Marte- y los socio-generacionales -Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón-. En su conjunto, el Cinturón de Asteroides, ha sido relacionado con las actividades financieras, económicas e industriales, pero, básicamente, su principal función concierne a las relaciones; de hecho, la prominencia de los Asteroides en el tema natal, pongamos el caso de que sean dominantes es un indicativo de que la persona tiene un gran poder operativo, tanto en transformaciones sociales, culturales, como personales.

    La misma denominación de "Cinturón" ya le pone en conexión con Virgo (Virgo corresponde a la zona del abdomen y los intestinos; por otro lado, con el "cinturón de la castidad" su asociación es inmediata sólo con pensar en Virgo), pero la imagen de millares de piedras circulando por todas partes, en esa franja del espacio, sugiere claramente la idea de las múltiples interrelaciones que el ego vive con su  entorno, relaciones cuyos resultados determinan el nivel de progesión evolutiva de ese ego. Del mismo modo que el Cinturón se presenta como una barrera o una "aduana social" en la escala planetaria, su relación con Virgo también lo muestra como tal barrera en la escala zodiacal, pues el signo de Virgo es el último de los seis primeros signos, los "personales", que quedan bajo la línea-horizonte del eje Aries-Libra siendo ester el último signo, el primero de los seis signos "sociales". La misma relación con Virgo, confirmada poir los hechos sincrónicos de los descubrimientos de los Cuatro Asteroides principales en cuestiones relacionadas con el proletariado y las relaciones laborales y sindicales; con opresión y liberación; con la población y la natalidad; con la agricultura y la alimentación; con la medicina y la higiene; con cuestiones educativas, intelectuales y religiosas, y, parcialmente, con cuestiones legales, especialmente las relativas a matrimonio-divorcio, acuerdos tratados, alianzas, sociedades y asociaciones y marginación socio-jurídica.

Virgo, con su Cinturón.
  Ciertamente los Asteroides dicen "que nos relacionamos", También dicen "cómo nos relacionamos". La función evidente del Cinturón, en el marco zodiacal y planetario, es la concerniente al paso de la dimensión personal a la dimensión social a través de las relaciones, lo cierto es que la función "primaria" de los Asteroides, la función específicamente "personal" y su puesta en práctica es lo que determina el cauce de las relaciones. Habiendo sido observado el papel de "agentes desencadenantes" que desempeñan los Cuatro Asteroides en tránsitos condicionados por los Planetas Mayores, y, dadda su relevancia en materia de relaciones, los Asteroides son, a nivel personal, "concretadores" de las funciones esenciales de los Planetas Menores o Personales. Todos los planetas , en cuanto que reflejan la luz solar, reflejan el impulso vital y propósito de vida representados por el Sol, siendo las funciones planetarias, por tanto "reconversiones" del principio solar. Los Asteroides "reconvierten", así mismo la luz solar, pero también hacen lo propio con la planetaria y "personal". Aparte pues, del Sol (cuyo principio manifiestan, en última instancia, los planetas "a su modo"), los planetas personales son la Luna y Venus (femeninos), Mercurio (andrógino) y Marte (masculino); de ellos, son los femeninos los "sujetos" básicos del trabajo de los Asteroides; dicho de otro modo, los Asteroides representan las funciones femeninas de la psicología humana.

    La Luna es (para la Tierra) la principal fuente de luz solar reflejada, y, comoa tal, la Luna es el principio de polaridad-dualidad, el Dos, procedente del Sol, el Uno; Materia Prima, Naturaleza y Subconsciente. Ese principio de polaridad, Venus lo expresa como atracción magnética y disolutiva y como energía sexual, lo que hace que el papel de este planeta, en las relaciones, atracciones y rechazos (así como en las "escalas de valores") sea astrológicamente innegable. A su vez, cada uno de los Cuatro Asteroides expresa, de una forma concreta, el principio polar-magnético que simboliza el par Luna-Venus, adquiriendo los simbólicos papeles de Madre, Hija, Esposa y Hermana (respectivamente, según número de órden), que se van conforjmando, segun la esencia  de cada uno, en los mútliples y variados niveles de realidad.

   Y, así con el auge feminista, no solo político-social, también con el feminismo religioso, la introducción de los Asteroides en el campo astrológico, simboliza el comienzo del renacer femenino desde el fondo del subconsciente humano, dónde había quedado postergado; y representado, no sólo por el creciente grado de autonomía conquistado por la mujer en relación al hombre -esto sería solo el 50% del asunto), sino, así mismo y con no menor importancia, por el progresivo reconocimiento en sí mismo, de funciones consideradas femeninas, por parte del varón. Pero, también Marte y Mercurio son expresados por los Asteroides, sib ien en forma distinta a como lo es la función femenina básica. El caso de Mercurio no incide directamente (pero si íncide) sobre la dualidad sexual propia de la dialéctica, ya que la función de este ambivalente planeta es la interrelacionar el resto de funciones planetarias entre sí (Mercurio "es" el sitema nervioso y el sistema respiratorio, y también el intestinal); función perfectamente visualizada en el cúmulo de asteroides que, del mismo modo, puede ser imagen de la complejidad funcional del ser humano. Y, aún pese al carácter "andrógino" de Mercurio, el principio sobre el que este papel actúa directamente es lunar, animándolo con el impulso solar que él, como cada planeta refleja, y, así, Mercurio, como "agente espiritual" permite que el principio básico natural vivo (la Luna), gracias al impulso vital (el Sol), crezca, se reproduzca y se multiplique incesantemente, lo cual traduce la imagen de la multitud de asteroides (que, además "crecen" realmente por colisiones interasteroidales). Hermes también es un asteroide, uno de los que se "acerca" a la Tierra y muchos más del Cinturón, son "mensajeras mercurianas", enviadas de los dioses e intercesoras entre uno y otro mundo. Ése es igualmente, el cometido que representa el símbolo de la Virgen y el del signo de Virgo: intercesión entre el cielo y la tierra, entre arriba y abajo, entre lo divino y lo humano, entre lo social y lo personal...

Virgen María, la Madre de Dios, intercede por los hombres.

    Asi mismo, la función de Marte es reelaborada y concretada por los Asteroides, pero aquí llegamos a un punto clave de la propia función del Cinturón, relativa a los objetivos y direcciones sobre los que la energía marciana se ha de manifestar para que el pasaje a través de la barrera de Asteroides sea exitoso y permita, así, el desarrollo de la expansión jupiteriana, hasta los límites saturninos; punto clave que requerirá del desarrollo subsiguiente para su mejor aprehensión. No obstante, antes de ello, remarcaremos la mención a Júpiter -que tan prominente influencia física ejerce sobre los asteroides- y a Saturno, diciendo, que también los Asteroides conducen al desarrollo hasta los límites y aún más allá y que, en este cometido, el papel primordial parece ser el de Quirón, del cual ya he hablado anteriormente en este blog. Quirón también es una llave que nos permite abrir la puerta y pasar la barrera, aunque no forme parte del cinturón de asteroides.
    

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