Las 30 Condiciones de Abraham Ben Ezrá por Tito Maciá.


 
Las 30 condiciones de Ben Ezra
Las diversas circunstancias en que puede hallarse un planeta y su interpretación

* Seleccionado y expuesto en el 1er Encuentro de Astrología Tradicional de la Escuela de Traductores de Sirventa (Benidorm-2002)

 La astrología tradicional atribuye a cada uno de los planetas unas condiciones adicionales que marcan una diferencia según se encuentren de una determinada manera o de otra. Los antiguos tenían en consideración estos matices especiales, tal como nos describe Ben Ezra en las 30 condiciones de los planetas. Estas condiciones en unos casos significan limitaciones en el alcance de sus efectos, en otras suponen cortapisas o trabas para cumplir sus determinaciones o bien restricciones o requisitos especiales para definir su manera de actuar. Mientras que en otros casos, las condiciones pueden significar alguna cualidad añadida al planeta o una propiedad particular adquirida por hallarse en ciertas condiciones, una utilidad o un provecho adicional, una prerrogativa o privilegio a añadir al planeta que puede suponer una ventaja o una facultad nueva y particular por hallarse en esas condiciones. 


Para los astrólogos tradicionales cada uno de los planetas pueden presentar diferentes disposiciones o encontrarse en una variada gama de condiciones.
Ben Ezra fue uno de los grandes recopiladores del legado tradicional astrológico y en sus libros de los juicios de las estrellas, exactamente en su libro introductorio, en el capitulo 7 nos habla de las de estas 30 condiciones que pueden presentar los planetas.
De esas condiciones tradicionales, aunque muchas son conocidas, hay algunas que están algo olvidadas y que conviene considerar a la hora de introducirse en la interpretación de un tema, especialmente a la hora de realizar pronósticos o ensayos sobre astrología horaria. 


1.- La Aplicación.
La primera condición que nos describe Ben Ezra, es cuando un planeta se acerca a otro, estando ambos en un signo, los dos directos y a menos de 15º de distancia. Son planetas que van a hacer la conjunción, y se dice que uno “aplica” al otro, y cuanto más próximos se hallan, más fuerza tienen sobre aquello que significan. Del mismo modo refiriéndose a los aspectos, en cuyo caso decimos que hacen un aspecto aplicativo.
Pero la Aplicación, tal como intenta explicar Morín tiempo después, puede tener tres versiones: la primera es que un planeta aplique a otro completamente, es decir que circule directo y se encuentre a menos de 15 grados del punto donde se haya el segundo planeta o el lugar en el que forme aspecto. Esto sería la verdadera aplicación.
La segunda es que hay planetas que se vuelven retrógrados antes de llegar al aspecto, de ello se puede esperar un efecto mediocre en los planetas más rápidos, pero mayor en los más lentos.
La tercera es que también pueden haber aplicaciones retrógradas, es decir que un planeta retrógrado se acerque a la posición o al punto de aspecto con otro planeta (todos los planetas pueden hacer esto, excepto el Sol y la Luna que nunca retroceden y siempre alcanzan el cuerpo del planeta siguiente al que aplica). Apenas produce efecto alguno, sino tan sólo una apariencia vana y con muchas interferencias.
Morín insiste en que la Aplicación no hay que usarla tan sólo en la conjunción, sino también en los aspectos como el sextil, cuadratura, quincuncio, oposición. Luego añade que no se refiere únicamente a los aspectos recíprocos de los planetas móviles en el Cielo, sino también a los de cada uno de ellos con los puntos más importantes de la carta natal. En su libro XVI llega a exponer ejemplos para explicar mejor esta cuestión de la aplicación y dice:
“Por ejemplo, si en el año en que, a causa de una dirección del Ascendente hacia Marte, regente de la octava casa, se teme el peligro de muerte, sucede que Marte aplica completamente al lugar del Ascendente radical, ciertamente implicará peligro, y con mucha mayor seguridad si Marte, después de haber alcanzado el Ascendente, tiene que regresar a éste mismo, sobre todo si va a hacer aún una ter­cera conjunción con él. Por esa razón el nativo, durante todo aquel tiempo, se encuentra en un gran peligro que difícilmente puede eludir y no sin tomar las mayores precauciones y con la mayor prudencia”.
Veamos algunos ejemplos sobre esta condición. Repasaremos algunos temas natales en los que se pueda apreciar esta consideración adicional que es la Aplicación.
Este (F1) es el tema natal de Miguel Roca Junyent, un político catalán que se presentó en su momento como candidato a la presidencia del Estado español y fracasó estrepitosamente. Luego se pensó en el, como sucesor de Jordi Pujol, presidente del autogobierno catalán, pero también fracasó y quedó relegado al olvido.
En este tema se observa que el Sol se encuentra entre Júpiter y Saturno. El Sol forma un aspecto separativo con Júpiter y aplicativo con Saturno. Es decir se separa de una fortuna y se aproxima a una infortuna, lo que podría asemejarse a partir de buena posición para encontrarse con todos los obstáculos, ir de bien a mal. de bueno a malo, de favorable a perjudicial.
Mientras que en el caso de Jordi Pujol, el president de la Generalitat catalana, se observa una conjunción aplicativa entre el Sol y Júpiter. La aplicación del Sol sobre Júpiter y su naturaleza expansiva es una condición que ha sido notable a lo largo de la vida de este ilustre político catalán.
Tenemos otra política catalana que también puede servirnos de ejemplo para entender el alcance de los efectos de las aplicaciones.
Este (F2) es el tema de Pilar Rahola, una inteligente y beligerante política catalana en quién se observa que el Sol aplica primero a Neptuno, luego a Mercurio y después a Júpiter. La aplicación a Neptuno en Escorpio, posiblemente le condicionó su posicionamiento político de radical de izquierdas. La aplicación hacia Mercurio en Escorpio le aporta una capacidad dialéctica destructiva muy especial y por fin la aplicación a Júpiter le permite o le facilita la expansión de sus ideas y el éxito social. 

2- La conjunción
La segunda condición es la conjunción y según Ben Ezra es así cuando hay dos planetas en un signo, cada uno de ellos en el orbe por cuerpo del otro, en el momento en que ambos hacen la conjunción en el mismo grado del cielo, indicando con ello que se va a cumplir por completo todo lo que ellos significan, ya que no es lo mismo que un planeta entre en la fuerza del otro, que no significa cosa cumplida, que estén ambos bajo sus orbes respectivos.
La condición de conjunción, de verdadera conjunción es pues cuando dos planetas se encuentran en el mismo grado. Pero Ben Ezra añade un matiz más, que dice que cuando van a hacer la conjunción, antes de que ésta se verifique con exactitud, el significado es más potente que cuando comienzan a separarse, antes de salir de la fuerza de uno y de otro. De tal manera que la conjunción más potente es aquella en la que los planetas están a punto de entrar en conjunción pero aún faltan minutos.
Ahora veremos a algunos personajes en los que se observa esta condición de manera clara dentro de su tema natal.
Este (F3) es el tema de Juan Alberto Belloch, en el que se observa al Sol formando una conjunción, una verdadera conjunción con Júpiter en el mismo grado. Esta conjunción cerrada es una condición especial, es una cualidad añadida al Sol que indudablemente ha tenido una utilidad o un provecho adicional en la vida de este hombre que llegó a ser ministro de Justicia, coincidiendo con la naturaleza de Júpiter.
Otro caso, sin duda extraordinario, es el tema siguiente (F4), de Monseñor Escribá de Balagué.
En este tema se observa una conjunción verdadera entre el Sol, Saturno y la Luna. Además, al lado de esta triple conjunción hay otra entre Mercurio y Júpiter. La conjunción Sol, Luna, Saturno le ha privado sin duda de vida familiar y del afecto de una mujer, los niños y de la vida hogareña, a cambio le otorgó una condición especial para fundar el Opus Dei. 

3.- La mezcla
La tercera condición o condicionante de un planeta se extrae de la resultante de su combinación al estar en un mismo signo con otro planeta. Cuando unos planetas se encuentran en el mismo signo o en una misma Casa, combinan sus naturalezas y sus significados y eso provoca un codicionante nuevo en la expresión de los planetas.
Ben Ezra desarrolla varias de estas combinaciones y dice que cuando dos o más planetas están juntos, se entremezclan sus naturalezas, y el resultado de esta unión es de otra índole. Por ejemplo, Saturno y Marte son malos por sí mismos, pero cuando están juntos su significado no es malo, ya que cada uno destruye la naturaleza del otro, y la mezcla de ambos no hace ni bien ni mal.
Cuando los planetas hacen conjunción con el Sol es malo para ellos, y es mucho peor en el caso de Venus y la Luna. Si Saturno o Marte hacen conjunción con el Sol, lo dañan, del mismo modo que él los perjudica. El Sol afecta a Júpiter y Venus, pero no ellos al Sol. Mercurio junto al Sol poco daño recibe de él.
Cuando la Luna hace conjunción con Saturno o con Marte, la dañan, siendo peor si está menguante. Si la Luna está en su fuerza no recibe tanto mal, pero pierde eficacia.
Podemos resumir que las mezclas de ciertos planetas perjudica y otras benefician, Júpiter y Venus siempre benefician en sus mezclas, mientras que Marte y Saturno tienden a perjudicar. Como dice Ben Ezra el mal o el daño que hace un planeta a otro, es que disminuye su fuerza y la de aquello que significa.
Es como decir que la energía de un planeta se desvía de sus funciones naturales y toma otros cauces que pueden llegar a ser perjudiciales en el caso de ser dañados por planetas duros
Veamos un ejemplo que nos aclare mejor esta condición de mezcla de los planetas en un mismo signo, donde aparecen los dos maléficos en el mismo signo que el Sol y por lo tanto es una mezcla con malas consecuencias.
Este (F5) es el tema natal de Bruno Hauptmann, un asesino famoso que alcanzó renombre por el secuestro del bebé de los Lindberg. Bruno era un carpintero inmigrante alemán que fue condenado a muerte por este triste suceso. En su tema natal se observa que el Sol aplica en primer lugar a Urano, añadiéndole un impulso migratorio y afectándole en su manera de actuar y luego al grupo de planetas formado por Marte, Mercurio, Venus y Saturno que están justo en la cúspide de la X, opuestos a Plutón y Neptuno. Estas son sin duda unas condiciones dañinas especiales que pueden significar los acontecimientos notables y extraordinarios acontecidos con esta persona.
Otro tipo de mezcla que realizan los planetas es la siguiente: cuando dos planetas están a una distancia igual del comienzo de Aries o de Libra, hallándose uno a un lado del comienzo del signo, y el otro en la otra parte, esos dos planetas mezclan sus naturalezas entre sí como si estuviesen juntos. Igualmente, cuando dos planetas se encuentran a la misma distancia del comienzo de Cáncer o de Capricornio, uno a una parte del comienzo, y el otro en la otra, también mezclan sus naturalezas del mismo modo que si estuviesen juntos.
Morín de Villefranche, muchos años después, habla en este mismo sentido y les llama los Antiscios de los planetas. En el capítulo XV del libro XVI dice: “...los antiscios difieren de los aspectos. Primero, porque para todos los planetas, salvo el Sol, se toman los aspectos fuera de la eclíptica; pero los antiscios tan sólo están en la eclíptica. Segundo, porque los aspectos son per se buenos o malos, cualquiera que sea en esa circunstancia la cualidad del planeta. Pero el antiscio siempre se basa en la cualidad del planeta. Es decir: el antiscio de un planeta benéfico es benéfico, y el de un maléfico es acorde a la naturaleza o propiedades de dicho planeta...”
Como ejemplo podemos ver la sinastría de los temas natales del príncipe Carlos de Inglaterra y la fallecida princesa Diana de Gales (F6).
El tema del interior se corresponde con el cielo de nacimiento del príncipe Carlos y el exterior es el tema de la princesa Diana.
Marte, en el tema natal de Carlos, se encuentra en el grado 20:57 de Sagitario, es decir a 99º 3’ del 0 de Aries, luego su Antiscio se encuentra en el grado 9:03 de Cáncer, en el mismo grado y a menos de tres minutos de arco del Sol natal de la princesa Diana. Podemos reflexionar sobre el daño ocasionado por este antiscio considerado maléfico o dañino. 

4.- El aspecto
La 4ª es el aspecto: cuando un planeta forma aspecto con otro de cualquier modo, tal como describe en el Capítulo 3, que es considerado ya como tal desde una distancia de 6º de orbe al aspecto exacto. En ese momento se dice que los planetas entran en la fuerza del aspecto. Así mismo, se dice que aún están en la fuerza del aspecto hasta 6º después.
El aspecto es, en sí mismo, una de las condiciones más importantes a la hora de valorar las condiciones en las que se haya un planeta. Los aspectos que realice cada planeta, nos expresarán la relación directa que los enlaza de una manera particular con otros sectores de la existencia individual, señalará los medios de que se vale para relacionarse, la conexión que lo comunica con otros elementos del tema natal, el modo de suceder de ese tipo de manifestación, como va a comportarse o cómo van a vivirse la experiencias asociadas con el aspecto.
Ben Ezra dice que hay cuatro tipos de aspectos: sextil, cuadratura, trígono y oposición, y que el aspecto más fuerte es el de oposición, después la cuadratura, el trígono y el sextil en orden descendente. Afirma que el aspecto de oposición es totalmente maléfico; el de cuadratura es medio maléfico; el de trígono es completamente benéfico y el de sextil medio benéfico.
En el capítulo siguiente al de las condiciones, al que denomina “Las 120 conclusiones” Ben Ezra nos deja algunos aforismos que tratan de dar una interpretación de los aspectos.
La conclusión 11ª dice que los planetas buenos, cuando forman aspecto a los malos, disminuyen su capacidad de hacer daño.
La 16ª es que si Júpiter forma aspecto al malo, transforma su malicia en bien. Venus no puede quitar el mal de Saturno, pero sí el de Marte, en mayor medida que Júpiter.
La 21ª es que cuando un planeta malo está en conjunción con algún planeta bueno, o hay aspecto de cuadratura u oposición entre ellos, disminuye su bondad.
La 24ª es que si un planeta malo está en uno de los ángulos y otro malo forma aspecto de cuadratura u oposición, en esos momentos será mucho más dañino, pero si el aspecto es de trígono o sextil lo alejará de su maldad.
La 99ª es que un planeta que forma aspecto a otro es como un hombre que busca cómo materializar su voluntad.
La 105ª es que los planetas unidos por aspecto sextil son como dos hombres que buscan hacer amistad el uno con el otro.
La 106ª es que los planetas unidos por aspecto de trígono son como dos hombres de una sola naturaleza.
La 107ª es que los planetas que forman aspecto de cuadratura son como dos hombres que cada cual busca señoría para sí.
La 108ª es que los planetas en oposición son como dos hombres que pelean con encono. 

5.- La separación
La 5ª es la separación, es decir, después de haberse producido cualquier aspecto exacto, cuando el planeta más veloz sobrepasa al más lento en un grado. Esto, según Ben Ezra, puede realizarse de dos maneras:
La primera es cuando el planeta ligero sobrepasa en un grado al planeta más lento, ya sea por conjunción o aspecto, encontrando en ese momento otro planeta con el que traba conjunción o aspecto, indistintamente. Entonces deja de mezclar su naturaleza con el primer planeta y pasa a hacer lo mismo con el nuevo, pero ya no mira al otro. Si al separarse el planeta ligero del lento, aquél no encuentra otro con el que trabar conjunción o aspecto, el planeta más rápido no deja de estar influido por el otro hasta que se separan tantos grados como tiene la fuerza de su cuerpo. Esto si se trata de conjunción. En caso de aspecto, no deja de haber mezclamiento hasta una distancia de 6º.
Ben Ragel utiliza las separaciones, entre otras cosas, para dar un significado a una pre­gunta sobre una cosa perdida, y dice así:
“Cuando quieras saber la razón por la que se perdió, observa al planeta del que se separa el regente del Ascendente:
- Si se separa de Saturno o está en el domicilio de Saturno, la razón de aquella pérdida fue por olvido de su dueño, que no sabe donde la puso, o por enfermedad fría o duelo. Esta significación es más fuerte si Saturno está retrógrado.
- Si se separa de Marte o está en el domicilio de Marte, la razón de la pérdida será por miedo, prisa, saña, porque se ha quemado o por causa del enemigo.
- Si se separa de Júpiter o se halla en casa de éste, la razón de la pérdida será por ayunar, orar, hacer una romería, o por cuestiones legales, por cosas que el hombre provoca o se encuentra, por ahorrar o por fiarse de alguien a quien se lo dejó.
- Si se separa del Sol o está en el domicilio del Sol, la razón de la pérdida será a causa del rey o por cazar, por adivinanzas o por cosas ocultas.
- Si se separa de Venus o está en su casa, la razón será por beber y por fiestas, por mirar y pensar cosas hermosas y bellas, o enfermedad sexual, por estar con una mujer y hacer el amor con ella, o por líos de mujeres.
- Si se separa de Mercurio o se halla en el domicilio de Mercurio, la razón será por escritos, por cartas o por encargos.
- Si se separa de la Luna o está en el domicilio de la Luna, la razón de aquella pérdida será por crecimiento o mengua de la cosa perdida, o por mensajeros o empleados.
- Si el regente del Ascendente se separa de un planeta que se encuentra en el domicilio de otro planeta, mezcla los dos significados, juzga y di según esta combinación.
Cuando encuentres algunas de estas significaciones y el regente del Ascendente está directo al separarse de aquel planeta, di que el que tuvo la cosa perdida, cuando la poseía, era equilibrado y sano, sin problemas con el sueño o la bebida, ni turbado en su memoria o entendimiento. Pero si el significador se separa retrógrado, el que la tuvo, cuando la poseía estaba somnoliemto, preocupado, ensimismado, distraído por la bebida o por alguna cosa que per­turbaba su memoria y pensamiento.”
En el capitulo 35 del libro II de Ben Ragel, aparece de nuevo una manera de aprovechar el significado de las separaciones en astrología horaria y dice así:
“Cuando quisieras conocer la causa por la que se declaró el conflicto y las disputas, observa a Marte, el planeta del que Marte se separó, o del que se separó la Luna, ya que aquél será el significador de esta causa, y si aquel significador se halla en:
- El Medio Cielo, será por reinado o señorío.
- El Ascendente, por cuestión de sustento diario.
- La casa VII, por enemistad y venganza.
- La IV, por cuestiones antiguas ocultas.
- La IX, por causa de ley, por salirse de ella o desobedecer al rey.
- La III, por ufanarse de linaje, diciendo que es de mejor linaje que el otro.
- La VI, por heridas, llagas y enemistad firme.
- La XII, igualmente, sólo que es más firme y duradero el asunto.
- La XI por asunto de amigos, hermanos, hijos.
- La V, por ciudades o edificios.
- La II, por bienes.
- La VIII, por herencias o cosa antigua.
También conocerás la causa de la disputa por la naturaleza del planeta del que se separó Marte y del que se separó la Luna, por su estado y lugar, siendo mas fuerte cuando se separa de una conjunción. Cuando el planeta que se separó esté en la Casa XII, significará que el que pregunta huirá...”
Existen muchos otros aforismos en los que se aplica la interpretación de la separación, como los siguientes:
“Si quieres saber si las cartas y noticias son malas o buenas, observa de quién se está separando Mercurio o la Luna, y si se aleja de la fortuna, significa que las noticias son buenas, de alegría y de gozo. Si se aleja de una infortuna significa que las noticias son malas, de desventuras y tristezas”.
“Si el regente de la casa novena se separa del regente del Ascendente, al nativo le gustará viajar, y lo deseará con ansia, pero no conseguirá llevarlo a cabo, y se quedará quieto; tendrá una vida reposada, con pocos viajes y mudanzas”.
Pero en el caso de que fuera el regente del Ascendente el que se separa del regente de la casa novena, significará que será perezoso y pusilánime; que no se moverá, ni tendrá grandes aspiraciones, sino más bien esperará los favores de Dios”.
“Si el regente del ascendente se estuviera separando del regente de la casa IX, hará pocos viajes; se mantendrá firme en su fe y observará sus preceptos, pero no llegará verdaderamente a sentirla”.
“Si el regente de la casa XI se estuviera separando del regente del Ascendente, el nativo tendrá pocos amigos y le aborrecerán sus compañeros y sus amigos, y no querrán acercarse a él ni hacer vida con él. Y si fuera el regente del Ascendente el que se estuviera separando del regente de la casa XI, el nativo despreciará a sus amigos y a sus compañeros, y les aborrecerá, y le gustará estar apartado y solitario, y se alejará de los que buscan su amor y amistad”.
Todos estos aforismos nos muestran una manera tradicional de interpretar la separaciones de los planetas. 

6. Planeta solitario
La 6ª es que el planeta vaya solo y es del siguiente modo: cuando dos planetas que han estado en conjunción se separan uno de otro más de 15º, o en el caso de aspecto más de 6º, y no entran en conjunción o aspecto con otro planeta mientras permanece en aquel signo, se dice que va solo.
La condición de un planeta solitario es que se expresa en su máxima pureza, sin combinaciones, dependencias de otros planetas o alteraciones.
Dice Morín: ”pero se denomina "feral" o solitario al que no hace aspectos ni aplicativos ni separativos. Y un planeta así, si se encuentra solo en la primera Casa o es regente de la primera, hace hombres solitarios y que rehuyen el trato de los demás. Y si es maléfico por naturaleza, exiliado o retrógrado, significará que dicho hombre vive como un animal, en los bosques y de una forma harto sorprendente.” 

7.- Planeta turbado (vacío de curso)
La 7ª es cuando el planeta esté turbado, que consiste en lo siguiente: cuando un planeta se halla en un signo y no hace conjunción ni aspecto a ningún otro planeta mientras dura su paso por ese signo, se dice de él que está impedido. Esa condición no se puede cambiar ni siquiera con el paso de la Luna, dada la rapidez de su movimiento, por lo que los aspectos con ella no se consideran .
Este concepto es muy similar al que conocemos sobre la Luna cuando decimos que va vacía de curso. Esta condición se utiliza mucho en astrología horaria o eleccional. En horaria significa que lo preguntado no será, no llegará a producirse o quedará como materia vana, y en eleccional hay que tener esa consideración para que las elecciones sean correctas y evitar iniciar asuntos o programarse encuentros cuando la Luna se encuentra vacía de curso o el planeta significador del asunto está en ese estado, pues significa que esos asuntos no se cumplirán del todo o se llegará demasiado tarde.
Sol impedido
Si el Sol se encuentra impedido se puede esperar alguna dificultad para manifestar la voluntad personal, impedimentos para sentirse digno o reconocido, contrariedades para lograr desarrollar las perspectivas de ascenso en la vida, trabas para desarrollar la capacidad de organización, mermas en la fuerza vital, dificultades para cumplir los impulsos hacia la adquisición o mermas en el prestigio personal.
Veamos algunos ejemplos:
A continuación (F7) aparece el tema de Juan de Borbón y Battenberg, el padre de Rey Juan Carlos primero. Este es un caso claro en el que a causa de estar el Sol impedido, no se llega a cumplir el destino solar de este hombre. Fue alguien que pudo ser rey pero nunca llegó a serlo, hubo un impedimento que le obligó a abdicar al trono a renunciar a ser rey.
En este caso el Sol se encuentra en los últimos grados de Géminis, y ya no volverá a formar aspecto hasta el próximo signo.
Otro caso parecido lo tenemos con D. Jaime de Mora y Aragón (F8), un aristócrata de clase noble española, muy famoso en los años sesenta, por su especial manifestación de lo que significa un Sol impedido.
En el tema natal de D. Jaime, se observa al Sol en los últimos grados de Cáncer, desde donde no volverá a formar aspecto hasta cambiar de signo. El último aspecto que recibe es la oposición de Júpiter separativa, indicando al mismo tiempo ir de bien a mal o de mejor a peor. Tal como le ocurrió a nuestro ilustre ejemplo.
Otro ejemplo más, que no tiene que ver con la nobleza, pero si con la dificultad para manifestar la voluntad personal y con serios impedimentos para recibir reconocimiento por el trabajo realizado, es sin duda Richart Alpert, más conocido como Ram Dass (F9).
Este hombre trata de sumergirnos en el mar de la divinidad siempre presente, en el Aquí y Ahora, fue una especie de guía en el viaje... Pero nunca obtuvo el reconocimiento merecido ni pudo organizarse adecuadamente para divulgar su mensaje. El último aspecto que forma su Sol, es una cuadratura separativa de Saturno.
Es de suponer que cualquier planeta impedido obrará en este sentido como en el caso de Venus impedido, que impide o dificulta la vida amorosa pero no la artística, como ocurre con Marilyn Monroe o Elvis Presley, quienes tienen a Venus en esta condición y no fueron nada agraciado en amores, aunque llegaron a ser grandes estrellas. 

8.- Transmisión de fuerzas
La 8ª es tomar la fuerza de algún planeta y darla a otro, que puede realizarse de dos maneras. La primera es cuando se separa el planeta más rápido, para a continuación hacer conjunción o aspecto a un tercer planeta, en ese momento toma el rápido la fuerza del primero y la cede al nuevo con el que conecta.
Otro modo es que cuando un planeta ligero hace conjunción a otro más lento, y éste hace lo mismo con otro más lento que él, en ese momento el planeta que está en medio toma la fuerza del más rápido y la cede al más lento de los tres.
La transmisión de fuerzas se puede percibir fácilmente siguiendo el curso de la Luna, por ser el cuerpo más rápido. La Luna es uno de los transmisores de fuerza más comunes y sirve para aplicarla en horaria, en eleccional y en todo tipo de tránsitos o direcciones, así como en las observaciones periódicas del cielo.
Es como si cada paso de la Luna o de cualquier planeta sobre otro, dejará teñido del color del planeta al planeta rápido y éste llevará ese tono o esos significados adquiridos temporalmente, hasta que alcanza a otro planeta. 

9.- La conjunción de varios planetas.
La 9ª es la conjunción de varios planetas, del siguiente modo: cuando se juntan dos, tres, o incluso más planetas con otro, se habla de conjunción múltiple, y en aquellos momentos se queda con toda la fuerza el planeta más lento de todos. De esta manera el planeta que se queda con la fuerza domina a todo el grupo y antepone su naturaleza al de los demás. Veamos algún ejemplo:
Marie Curie (F10) es una extraordinaria físico-química polaca descubridora, junto con su marido del radio, el polonio y varios métodos de separación de elementos radiactivos y que obtuvo el premio Nobel de Física, por su paciente y esmerado trabajo.
En su tema se observa una de estas conjunciones de varios planetas en la Casa V, donde se encuentran el Sol, Venus, Saturno, Marte y Mercurio. De este grupo el más lento es Saturno y su analogía dominará al grupo de planetas. La analogía de Saturno, en este caso, está condicionada por el trígono de la Luna, que es el regente natal, desde la Casa IX, de donde emana la ciencia y los estudios experimentales.
Veamos otro ejemplo:
Este (F11) es el tema de Landrú, este famoso asesino tiene una conjunción de este tipo en la Casa XII, en la que se implican Mercurio, Venus, Neptuno, Sol, Luna y Júpiter. En este caso el planeta más lento es Neptuno, considerado por los clásicos modernos como un planeta de cualidades maléficas.
Otro ejemplo lo tenemos con Miguel Hernandez (F12), el poeta alicantino, que tiene a la Luna, Mercurio Venus, Marte y Júpiter en el mismo signo, el más lento es sin duda el benéfico Júpiter, lo que probablemente influyó en este ilustre poeta para viajar mucho en unos tiempos difíciles y agrandar su cualidad artística. 

10.- Traslado de luz.
La 10ª es devolver la luz (traslación de luz), que puede darse de dos maneras. La primera es que dos planetas no se hallen unidos ni por conjunción ni por aspecto, pero ambos hagan conjunción o aspecto a un tercero y dicho planeta aspecto a la Casa que representa la demanda (pregunta horaria). En ese caso devuelve la luz de los dos planetas que le hacen conjunción o aspecto a esa Casa.
Otra manera es cuando no están juntos ni por conjunción ni por aspecto, el regente del Ascendente y el planeta significador de una interrogación, pero un tercer planeta toma la luz de uno de ellos y la traslada al otro, también se habla en este caso del mismo modo.
Ben Ragel utiliza este concepto en astrología horaria, como una de las condiciones que permiten contestar afirmativamente a una pregunta sobre cautivos o siervos.
Dice así: “Cuando te pregunten por un siervo o cautivo que quieren comprar y si se hará aquella compra o no, observa al regente del Ascendente y la Luna, si ambos se encuentran formando aspecto al regente de la sexta casa o se encuentran el regente del Ascendente o la Luna en la sexta casa, o el regente de esta casa en el Ascendente o que haya un planeta que una sus luces (que haga aspecto puente entre ambos) o que lleve la luz del uno al otro, juzga que aquella compra se realizará y el demandante tendrá aquel siervo y el cautivo será de su propiedad. Si no hallas nada de esto juzga que no.”
De tal manera que, en Astrología horaria, el que un planeta traslade su luz hacia otro se puede consideran como un factor afirmativo en la respuesta.
En otro aforismo sobre la misma cuestión, Ben Ragel matiza la interpretación del traslado de luz cuando dice:
“Igualmente, si encuentras algún planeta llevando la luz de uno a otro, quiero decir del regente del Ascendente al de la tercera Casa o el de la tercera Casa al del Ascendente, di que poseerá aquel siervo, de lo contrario no. Y si el significado fuese por llevamiento de lumbre, es decir, por un planeta intermedio, lo tendrá a través de intermediario”.
Aquí Ben Ragel añade el significado de “intermediario” de lograr el objeto de la pregunta a través de un intermediario. Luego el traslado de luz contiene un significado afirmativo con el matiz del intermediario. 

11.- Dar la fuerza
- La 11ª es cuando un planeta da la fuerza, que consiste en lo siguiente: cuando un planeta se halla en su domicilio, exaltación, triplicidad, término o faz, y en ese momento hace conjunción o aspecto con otro planeta, se dice que le da su fuerza.
En esta condición no menciona si aparte de la conjunción, el aspecto ha de ser de trígono o de otro tipo, pero se supone que para dar su fuerza ha de ser a través de buenos aspectos.
Ben Ezra, en el capitulo dedicado de las natividades dedicado a la segunda Casa, hace uso de este concepto cuando dice:
“Si el regente de la Casa II da su fuerza al regente del Ascendente, gozará de bienestar, sin esfuerzo, desde el día de su nacimiento a lo largo de toda su existencia. Y si el señor del Ascendente da su fuerza al regente de la Casa II, tendrá ocupaciones laboriosas”.
Uno de los aforismos de Ben Ragel, que se utilizan en Astrología horaria, expone un tipo de interpretación del significado de dar la fuerza, que dice:
“Cuando la Luna diese su fuerza al regente del Ascendente o al de la casa VII, estando éste en la casa VII y el recibidor en el Medio Cielo sig­nifica que aquella cosa será manifiesta y hecha abiertamente. Y si la significación de ser de la cosa fuese porque la Luna está recibida estando en el Medio Cielo, aquella cosa será buena y para bien. También si la Luna diera su fuerza a un planeta en el Medio Cielo, la cosa será manifiesta y hecha honradamente. Sobre todo, si aquel recibidor de la fuerza de la Luna fuese el Sol dirás que se hará por la mano de rey”.
De aquí se puede extraer que cuando un planeta da su fuerza a otro, tiene un significado afirmativo.
En el libro II, capítulo 35, que trata sobre quién ganará un pleito, Ben Ragel se apoya de nuevo en el concepto de dar la fuerza para explicar una pregunta sobre un pleito. Dice así:
“Conoce que el comienzo de la paz y del acuerdo será del planeta que esté dando su fuerza a otro, del más liviano de ellos, o del que esté en casa cadente”.
Ben Ragel nos deja otros aforismo en los que utiliza este concepto para matizar ciertas interpretaciones, como este del libro III capítulo 17:
“Cuando el regente de la IX esté en esa misma Casa y reciba la fuerza del regente de la IV, significa que el enemigo de la autoridad sacará los encarcelados y los presos, si Dios quiere”.
Las demás condiciones se utilizan casi exclusivamente en la modalidad de astrología horaria. 

12. Dar señoría.
La 12ª es dar señoría: cuando dos planetas forman aspecto de trígono o sextil, se dice dar señoría. Esto sería equivalente a transmitir la fuerza de un planeta y transformarlo en dignidades o en astrodinas por aspecto, lo que ayuda a cumplir con las determinaciones, o los significados del planeta que recibe la señoría. La señoría es un concepto en desuso en la actualidad, incluso Ben Ragel no utilizaba en ninguno de sus aforismos, pero el dar señoría es un concepto que se puede utilizar para aumentar en dignidad y por ello en fuerza y calidad, al par de planetas que formen buen aspecto entre sí. 

13.- Dar su naturaleza
Cuando un planeta se halla en un signo y entra en conjunción con el señor de ese signo, o con el planeta que allí tiene su exaltación, triplicidad, o con el señor del término o de la faz, se dice que en aquel momento da su naturaleza a ese planeta.
- Este concepto, también en desuso, es muy similar al anterior y lo que se obtiene es una mayor fuerza o dignidad para el planeta en cuestión. 

14.- Dar dos naturalezas.
La 14ª es dar dos naturalezas, y puede efectuarse de dos modos distintos. El primero es cuando un planeta se halla en un signo donde tiene alguna señoría y entra en aspecto con otros planetas que también tengan señoría en ese mismo signo: hablamos de dar dos naturalezas, la que cada uno cede al otro.
El otro modo es que un planeta nocturno entre en conjunción o aspecto con otro planeta nocturno, también hablamos en este caso de dar dos naturalezas. 

15.- La derechura.
La 15ª es la derechura: cuando un planeta está en su fortaleza y se halla en Casa angular o en la II, V, VIII o XI, se llama derechura. Esta condición también otorga fuerza o dignidades al pla­neta, lo que significa mayor potencia para manifestar su contenido simbólico en el plano real. 

16.- La torcedura.
La 16ª es la torcedura, y se habla de ella cuando un planeta está en las Casas cadentes (III, VI, IX y XII). Esta condición nos habla de debilidad de un planeta para manifestar sus significados. 

17ª.- La retención.
La 17ª es la retención, y puede ser de dos modos diferentes. El primero es que haya tres planetas en un signo, y el más lento se encuentre más avanzado en grados y el más ligero retrasado en grados respecto a los otros dos planetas. Entonces, el planeta que se halla entre ambos -el de velocidad intermedia- impide la conjunción del más rápido con el más lento hasta juntarse él mismo con éste y sobrepasarlo. Y la conjunción del más rápido con el más lento se produce a posteriori. Esto es lo que se entiende por “retención”.
Por ejemplo, que tengamos a Saturno en 20º Aries, Mercurio en 15º del mismo signo y la Luna a 11º Aries también. La Luna es el más rápido de los tres, y quiere juntarse con Saturno. Pero Mercurio impide la conjunción de la Luna con Saturno hasta después de hacerla él mismo con este último planeta: entonces la Luna verificará su unión con Saturno, y a esto lo llamamos retención.
El segundo modo se llama retención de los aspectos: cuando hay dos planetas en un signo y el rápido se acerca al lento mientras un tercer planeta comienza a formar aspecto a este último desde otro signo, la mezcla del más rápido con el otro impide la del planeta que forma aspecto con el más lento, y este hecho también es llamado retención.
Esto que acabamos de describir es a condición de que estén tan lejos para culminar el aspecto como el ligero para cumplir la conjunción, porque sino tendrá más fuerza el planeta que forma aspecto, que el rápido que se dirige a la conjunción. 

18. Devolver la luz para bien.
La 18ª es devolver la luz para bien, y puede realizarse de dos maneras. La primera es que cuando un planeta se une con otro que se halla bajo los rayos, este último planeta no puede recibir la fuerza del que se le acerca, y en esos momentos dicha fuerza es reflejada de nuevo hacia el propio planeta.
La otra es que cuando un planeta hace conjunción con otro que se halla retrógrado, éste último tampoco puede recibir la fuerza del que se le aproxima, y en esos momentos también vuelve al mismo.
Devolver la luz para bien se hace de tres maneras. Una es que un planeta dé la fuerza a otro que no la puede recibir, y éste último la devuelve al otro para bien. Pero si aquel que emitió la fuerza, y al cual dicha fuerza ha sido devuelta, a su vez tampoco la puede recibir, la devolución es para mal.
Otra es que aquel que da la fuerza sea directo, y el que la toma se halle combusto, bajo los rayos o retrógrado, en esos momentos se dice “devolver para bien”. Si el que cede la fuerza no va directo, se dice devolver para mal.
La tercera es que el que da la fuerza sea angular o esté en casa sucedente, y el que la devuelve se halle en casa cadente, en ese momento se habla de devolver para bien, pero si el que da la fuerza está en casa cadente, hablaremos de devolver para mal. 

19.- Devolver la luz para mal.
La 19ª condición es devolver para mal, que es lo que hemos dicho antes. 

20.- La destrucción.
La 20ª se llama destrucción: cuando un planeta se quiere juntar con otro y uno ya está entrando en la fuerza del otro, y antes de que se produzca la conjunción a esto lo llamamos destrucción. 

21.- El acontecimiento.
La 21ª es el acontecimiento, que se puede producir cuando hay tres planetas en un signo por el siguiente orden creciente en grados: primero el más rápido de los tres, luego uno lento y al final otro rápido. Si antes de que el más rápido haga la conjunción con el lento, el otro que está en más grados comienza a retrogradar y hace antes la conjunción con el planeta central, hablamos de acontecimiento. 

22.- La pérdida.
La 22ª es la pérdida: cuando hay dos planetas en un signo y el planeta rápido va a hacer conjunción al lento, pero antes de que ésta culmine sale el lento del signo y se junta con otro planeta en el nuevo signo donde ha entrado, hablamos de pérdida. 

23.- Cortar la luz.
La 23ª es cortar la luz, que se realiza de tres maneras. La primera es que haya dos pla­netas en un signo, y el ligero va a juntarse con el lento en el signo siguiente, y haya allí un planeta más rápido que los otros dos. Si antes de que aquellos hagan la conjunción el planeta del signo siguiente retrograda y entra en el signo anterior hasta hacer conjunción con el planeta lento, a este hecho lo llamamos cortar la luz.
Otra manera es cuando hay dos planetas en un signo y el rápido va a hacer la conjunción con el lento, pero éste último va a hacer lo mismo con otro aún más lento que también está en el mismo signo. Si antes de juntarse los dos primeros, lo hacen los dos lentos y uno sobrepasa al otro, a esto también lo llamamos cortar la luz.
La tercera es que se junte un planeta con otro que no lo necesita. Esto también es cortar la luz. 

24.- El placer.
La 24ª es el placer: cuando un planeta se halla caído en el pozo, o en su mayor caída, y entonces se junta con un planeta amigo o que tenga alguna señoría en ese signo, en esos momentos se dice que tal planeta lo saca del pozo o de su caída, y lo llamamos placer. 

25.- La recompensa.
La 25ª es la recompensa: aquel planeta que ha sacado al otro de su caída, si él mismo cae en el pozo o se encuentra caído, y el que está fuera del pozo le forma aspecto, en esos momentos lo saca del pozo o de su caída, y a esto lo llamamos recompensa. 

26.- La recepción.
La 26ª es la recepción: cuando un planeta rápido se junta con otro lento por conjunción o aspecto, y el planeta lento es señor del signo donde se halla el rápido, o de la exaltación, de la triplicidad, del término o de la faz, se dice entonces que el planeta lento recibe al rápido. Para ello debe haber conjunción o aspecto, y lo llamamos recepción.
Hay otro modo de recepción: cuando el planeta rápido es señor del signo donde se encuentra el lento y se junta el rápido con el lento por conjunción o aspecto, se dice que el lento recibe al rápido, esto si el rápido es señor del signo o de la exaltación. Pero si el rápido es solamente señor de la triplicidad, del término o de la faz, entonces la recepción es para bien; si el ligero tiene dos señorías tales como triplicidad y término o faz, entonces la recepción es también para bien.
Marte y Saturno se reciben el uno al otro cuando están en conjunción, sextil o trígono, pero en cuadratura u oposición no hay recepción entre ellos.
Hay tres tipos de recepción. Se da la fuerte entre la Luna y el Sol, que se reciben así salvo cuando se hallan en oposición, porque esa recepción es mala. Y si la recepción es con algún planeta que puede tener dos señorías en un signo, tal como Mercurio en Virgo, que tiene regencia de signo y exaltación, también se habla de recepción fuerte.
Cuando un planeta está en su signo y recibe a otro planeta, tal recepción es media. Si el planeta no se halla en triplicidad, término o faz y hay recepción, ésta es débil. 

27.- La franqueza.
La 27ª es la franqueza: cuando dos planetas se hallan cada cual en el domicilio o exaltación del otro, o en cualquier tipo de señoría del otro, hablamos de franqueza, aunque no haya entre ellos conjunción o aspecto, y la consideraremos recepción. Si además hay aspecto entre ellos, este hecho se conoce también como “recepción mutua”.
La recepción de los planetas, según Zahel, hace que, si son planetas fortunas, su bondad sea más fuerte y si son maléficos, su impedimento menor. 

28.- La semejanza.
La 28ª es la semejanza: cuando un planeta masculino se halla en signo y grado masculinos, de día por encima del horizonte y de noche por debajo, o un planeta femenino se encuentra en signo y grado femeninos, de noche encima del horizonte y de día por debajo, hablamos de semejanza. Si hay algún planeta en circunstancias distintas de las citadas, su significado no es bueno del todo. 

29.- El asedio.
La 29ª condición es el asedio: cuando un planeta se aleja de otro malo tras culminar conjunción o aspecto y se junta con otro planeta, o si hay un planeta en un signo, de modo que entre dos planetas malos haya uno bueno, lo llamamos asedio, ya que el planeta central se halla débil, pero si el Sol forma aspecto a aquel planeta bueno, que se ha separado del malo o que se encuentra en medio de dos malos, entonces el Sol le quita mucho daño, y su debilidad no será tanta. 

30.- La señoría.
La 30ª es la señoría: cuando Saturno y Júpiter, o Marte, están antes del Sol (orientales) y no sobrepasan los 15º de distancia, se habla de señoría. Si los tres se hallan antes del Sol y están detrás de la Luna, entonces aún tienen más señoría. Si Venus o Mercurio están detrás del Sol (occidentales), hasta que retrograden, a esto lo llamamos señoría.
Si estuviesen aquellos dos detrás del Sol y antes de la Luna, en esas condiciones tienen mucha más señoría.
La señoría de la Luna se produce en el momento que sale de los rayos del Sol hasta medio mes.
El otro tipo de señoría se da cuando un planeta se halla tan alejado del Sol o de la Luna como el domicilio de ese planeta al del Sol o al de la Luna. En tales condiciones, se dice que el planeta tiene señoría (almugea).


Bibliografía
1. El Libro Conplido en los Iudizios de las Estrellas. Alí Ben Ragel. Ed. Índigo 1997.
2. El Juins de les Estrelles. Abraham Ben Ezra. Ed. Biblioteca de Sirventa 2001.
3. Astrología Gallica, Tomo XVI, Acerca de los rayos y los aspectos. Jean Baptiste Morín de Villefranche. Ed. Biblioteca de Sirventa 2000.

Agradezco a Tito Maciá su colaboración poniéndo a mi disposición su material.

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