Visión budista de Mercurio en la novena casa.

     Mercurio en la novena casa estimula el deseo de tener un contexto filosófico. La mente está sedienta y hace preguntas en busca del entendimiento. Esta posición astrológica es deseable para quienes están involucrados con la filosofía. Aun cuando la persona no se identifique con la imagen del filósofo, de  modo inconsciente observa el mundo con una pregunta en la cabeza.

   La gente que carece de un buen enfoque puede sentir la necesidad de discutir sobre detalles insignificantes.  Sus ideas en relación con todo son inestables y le da demasiadas vueltas a la cabeza. Sin embargo, una actitud positiva domina la dialéctica y el debate. Los budistas apreciamos este aspecto porque potencia la capacidad de validar la lógica espiritual mediante el intelecto. En este caso también se recomienda la práctica de Manjushri. La mente trata de comprender desde el punto de vista filosófico la esencia de la espiritualidad y de la religión.