Visión budista de Venus en la casa primera.

   Venus en la primera casa pone al mundo sensual a nuestro alcance. Propicia la búsqueda de estímulos sensoriales. Si la actividad no abre las puertas de la percepción, el individuo pierde interés.

    Esta ubicación de Venus favorece una personalidad atractiva, colorida y agraciada. Venus estimula el deseo de buscar experiencias que proporcionen placer inmediato. La capacidad de expresar afecto a otros es grande.

    Una actitud inadecuada o torpe, encontrará obstáculos en el anhelo y la vanidad. El mundo y la belleza sensuales pueden crear un efecto negativo y quien esté influido por ese efecto puede ser exigente y vanidoso. La meditación sobre la transitoriedad es útil en dicho caso. La actitud apropiada genera el potencial para dar y recibir placer de manera armónica. Éste es un buen aspecto par alguien que practique el tantra. La estimulación de las puertas de la percepción se usa en el tantra para elevar la experiencia de vacío, que es la naturaleza última de la realidad.




   Quien posee este aspecto puede realizar un programa de estudio a largo plazo sobre los tantras, con el propósito de asegurar el correcto entendimiento de la felicidad suprema y el vacío. La comprensión permite que Venus se incorpore de manera directa a la práctica espiritual. Existen varios modos de entender la felicidad suprema. El tantra utiliza los sentimientos producidos por ella para abrir y relajar la mente. Los nervios del cuerpo son la base de dichos sentimientos.

   La comprensión espiritual de la mente aumenta el entendimiento sobre el vacío y la naturaleza de la realidad. Los budistas decimos que uno reposa en la realidad, pues siempre está presente.

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