Visión budista de Venus en la undécima casa.

    Venus en la casa undécima incrementa la atracción hacia el trabajo y el placer en sociedad. Lo que estimula es, en esencia, el deseo de trascender las metas personales. Los individuos con esta ubicación de Venus buscan sentir la conectividad con la sociedad.

    La persona desequilibrada con esta posición de Venus, puede tener como metas principales el reconocimiento público y la fama. El placer se obtiene del aplauso público. El deseo de involucrarse con la sociedad es una necesidad de reconocimiento social.

     El individuo espiritual y equilibrado busca de forma natural involucrarse en actividades sociales para hacerle bien a otros. Si es un guía espiritual, suele ser accesible y amoroso. Venus en la casa XI estimula al individuo espiritual para que realice labores públicas y asuma responsabilidades sociales, esto es lo que le hace sentirse satisfecho.



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