Visión budista de Marte en la Décima casa.

    Marte se beneficia de estar en la décima casa por el logro de metas claras. La ambición es un atributo de esta ubicación planetaria, y se expresa mediante la lucha por alcanzar los objetivos con ética laboral. Un buen ejemplo espiritual relativa a esta ubicación es un bodhisattva, alguien que trabaja para beneficiar a los demás. Cuando se comprenden las tareas espirituales, la persona se siente más motivada para alcanzar mayor bienestar para los demás. Si el individuo tiene además una buena educación sus oportunidades crecen. Una actitud irreflexiva deriva en la ambición personal poco realista. Las metas se vuelven más importantes que el bienestar.

    Una perspectiva prudente facilita el logro de cualquier meta que la mene haya fijado. Marte en la décima casa va tras los objetivos en forma activa. Dichos objetivos se determinarán con base al interés personal, el contexto social y la pareja. Las metas espirituales son posibles debido a que el objetivo se comprende en el nivel físico.