Visión budista de Urano en la casa segunda.

   Urano en la casa II genera un espíritu libre relacionado con el plano material. El individuo se siente muy poco apegado a lo material y es posible que sea generoso espontáneamente. Si no es consciente de la influencia de Urano, los bienes materiales parecen ir y venir de manera fortuita. El sentimiento de que las posesiones son algo en lo que no se puede confiar se debe a una actitud poco atenta, sin la suficiente conciencia para ser responsable.


   Una actitud de confianza personal elimina el apego en relación con las posesiones y propiedades. La persona puede dar y recibir posesiones con facilidad. Una visión liberada observa el mundo físico en su transitoriedad. Las posesiones materiales no son confiables. Desde el punto de vista artístico, esta colocación de Urano puede producir imágenes y expresiones únicas. Si el individuo se inclina hacia lo espiritual, es posible que le interesen los objetos religiosos raros o poco comunes. Si se inclina hacia lo material es posible que le guste emplear la nuevas tecnologías, invertir dinero en ellas o aplicarla en distintos usos.




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