Visión budista de Plutón en la casa séptima.

    Plutón en la casa séptima estimula las amistades largas y sinceras. Esta situación presenta una respuesta física hacia las relaciones y las traduce en apego. Lo que la relación favorece es, en esencia el humor y los sentimientos profundos.

     Con certeza, una actitud torpe fomenta el apego negativo, la volubilidad y la depresión. La ansiedad por el control y la separación surge por no reconocer el aspecto negativo del apego. Si el individuo obedece al lado instintivo de su vida sin mediar algún tipo de reflexión sobre él mismo, éste desarrolla una dependencia casi física hacia una relación.



     Una actitud emocional equilibrada expresa profunda sinceridad en las relaciones. La familia y los amigos son importantes durante toda la vida. Con esta disposición planetaria es casi inevitable que se formen los apegos. La cuestión radica en qué tan codependiente se torna la situación. El mayor beneficio que esta colocación da a la persona es la capacidad de brindar apoyo sincero y desinteresado.


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